En estos espacios generados para la creatividad, estudiantes de prima liceo se embarcan en un emocionante proyecto de cohetes. Este viaje no solo implica la construcción de naves, sino también la conexión entre teoría y práctica.

Entre risas y desafíos, nació una empresa con identidad propia, que fue concebida por los mismos estudiantes. En el día del despegue, el cohete hidráulico, guiado por la tercera ley de Newton, se convierte en la expresión triunfante de la fusión entre ciencia y creatividad.

 
Cada empuje del cohete en su ascenso al cielo era un testimonio vivo de esta ley física, donde la expulsión de agua hacia abajo generaba una fuerza que propulsaba el cohete hacia arriba. La ciencia detrás de cada gota de agua lanzada se traducía en un vuelo controlado, donde las leyes del movimiento de Newton se convertían en el director invisible de la sinfonía espacial.

Desde la idea hasta el despegue, el proyecto es una experiencia que reúne lo estético y lo técnico y que revela que incluso los sueños más elevados encuentran su raíz en las leyes fundamentales del universo. En el Gimnasio Alessandro Volta no enseñamos ciencia, hacemos ciencia.